Reflexión 3: Sigmund Freud y el ocaso de los dioses
Reflexiones sobre el alma es un curso impartido por Enrique Eskenazi en el 2008, sobre el desarrollo de la noción del alma occidental. Introducción y comentarios por Sergi Ferré.
Friedrich Nietzsche |
Primera
de las tres clases que Enrique dedica al pensamiento revolucionario de
Sigmund Freud. En esta ocasión, sigue hablando extensamente sobre el
pensamiento de Friedrich Nietzsche, sin el cual, afirma que no hubiera
habido psicoanálisis.
Para ello, comenta un fragmento de la obra de este
último, El ocaso de los ídolos o cómo se filosofa a martillazos (1888), capítulo Historia de un error, a
modo de resumen de lo estudiado en el curso hasta la fecha, sobre el
devenir del pensamiento en Occidente. Este proceso se da en las siguientes seis fases:
1ª fase - El mundo verdadero es asequible para el sabio y el virtuoso (Platón)
2ª fase - El mundo verdadero, ahora inasequible, pero prometido al sabio y al penitente (Cristianismo)
3ª
fase - El mundo verdadero ahora insequible, imprometible, pero en
cuanto pensado, una especie de consuelo, una obligación, un imperativo
(Kant)
4ª fase - El mundo verdadero inasequible, inalcanzado, y en
cuanto inalcanzado, también desconocido, y por consiguiente, tampoco
consolador, ni redentor, ni obligante (Positivismo)
5ª fase - El mundo verdadero es una idea que ya no sirve para nada ¡Eliminémosla! (Nihilismo)
6ª fase - Hemos eliminado el mundo verdadero, y al mismo tiempo, también el aparente (Zaratustra)
Los
pasos progresivos de decadencia son simultáneamente los pasos del
nacimiento de una manera totalmente nueva de vivir la vida como lo único
dotado de sentido por sí mismo, que se justifica a sí mismo, que ya
vale plenamente por sí misma, sin más. Enrique lo explica de manera
magistral, pero sin duda es importante haber atendido las anteriores
clases.
Por último introduce a Freud, quien junto a Jean-Martin Charcot, y a través de la hipnosis, descubrió que en ciertas patologías no había causas físicas, aunque los síntomas eran reales. Entonces, si los síntomas eran reales pero no eran físicos, eso significaba que el alma podía ser causa y no solo efecto.
Por último introduce a Freud, quien junto a Jean-Martin Charcot, y a través de la hipnosis, descubrió que en ciertas patologías no había causas físicas, aunque los síntomas eran reales. Entonces, si los síntomas eran reales pero no eran físicos, eso significaba que el alma podía ser causa y no solo efecto.
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Hola. El ocaso de los dioses es una ópera de Richard Wagner. El Crepúsculo de los ídolos se titula el libro de Nietzsche. Saludos
ResponderEliminarHola, Chelo. Bien visto. Lo he revisado y resulta que en castellano la obra se tradujo con dos nombres: "El crepúsculo de los ídolos, o cómo se filosofa con el martillo" y "El ocaso de los ídolos o cómo se filosofa a martillazos". Me he decantado por este último título al ser el más cercano a la traducción que hizo Enrique. Muchas gracias por compartir tu observación.
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